7.08.2008

Nuestro Nuestro


Nuestro nuestro.

Hermano :
Te escribo esta larga introducción para decirte que te amo y que me gusta el tono mayor
con que estás haciendo sonar tu alma. Se trata de un tono mayor. Podemos decir que es
el tono con el que Dios, Nuestro Padre, se comunica con nosotros.
En este, tu caso, es como si la crisálida se despojara de su vestido – celda y se dispusiera
a ser el Imago, ese simulacro de insecto, casi parecido al insecto. Y si lo comparamos, pues tenemos ese poder , diríamos que es como el hombre atolondrándose por subir más allá de sus bípedas extremidades , anhelando en ese trayecto encontrar el néctar que le convertirá en ángel , en alado ser , sirviente de Dios.

Y así te veo, atolondrado hermano, casi apresurado por llegar, casi desesperado por acercar tu nariz a ese sueño que se nos viene encima inevitablemente .Todos, te lo puedo asegurar, estamos en ese estado. Todos amanecemos esperanza, amanecemos disposición, fuerza, amor, luz. Todos. Es claro , algunos y se nos presentan con sus estómagos calmos , con las emociones apretaditas , quietas , sin expresión ; mas sabemos , hermano , que sólo son poses ; en verdad el corazón es uno solo , pues es el corazón de Dios .
Y a ese corazón, tú lo sabes, le cuesta ocultar que, antes que nada y todo, más que poder, es amor .
Entonces ese es el poder de Dios: el amor.
Qué cosa más simple.

Desenvainar la espada, dices , Hermano mío . Por si no lo sabes soy terreno y me encuentro en huelga junto a mis hermanos de trabajo.
Son cosas terrenas de 3D ,-me dirán - pero el pan debe llenar los estómagos , y las risas habitar en cada casa donde viva un ser humano .Como sabes pertenezco al gremio de los profesores.
Hoy hicimos ver a mucha gente que la dignidad debe ser el pan de cada día , no un regalo de elegidos . Y nuestra espada, oxidada, Casi sin filo es un motivo de risa para los controladores del poder en mi patria. Perdona Que diga mi patria (y lo cuestione) , pero , me guste o no , mientras no tenga un suelo común , es mi patria . Ya vendrá el tiempo de ver como se ensanchan los horizontes de la conciencia del hombre y las sonrisas decoren las bocas de los hambrientos de amor.
Allí, hermano mío, podré decir nuestra patria, nuestra tierra, nuestro Universo, nuestro nuestro.
Se me ocurrió el nuestro nuestro , pues es lo único que no nos pueden quitar los controladores lo nuestro nuestro.
Y lo nuestro nuestro es lo más íntimo que habita en nuestro Ser.
Es ese lugar bello donde convivimos todos los que amamos , todos los que perdonamos , los que olvidamos , los que lloramos y sufrimos por ver como el dolor aún ( ¡ven pronto CM¡ ) persiste .
Desenvainar la espada, dices, hermano mío. Por si no lo sabes todos la tenemos desenvainada, o, por lo menos, agarrada del mango.



Y eso es de Dios .

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